Los niños de Chihuahua se disfrazan sin un sentido de identidad ni pertenencia para festejar el Día de Brujas o Halloween; “la poca lógica en cuanto al disfraz tiene que ver más con la mercadotecnia que con la tradición”, según opinaron analistas chihuahuenses.
En cambio, la tradición por el Día de Muertos, al menos en lo que concierne a la Región se entiende como el acudir al cementerio, limpiar y adornar la tumba de los fallecidos.
En algunos casos, se comparten alimentos como la caña y se convive en familia.
“Yo sí creo que la práctica del Halloween lleva pasos adelante respecto al altar de muertos; creo que es una situación que no debemos minimizar, porque luego tendremos generaciones que demanden una explicación del por qué deben realizar este tipo de rituales” dijo Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la U.A.CH Refirió a que los niños que ingresan a primaria ya han visto unas cuatro mil horas de televisión.
Si se considera que una buena parte de los programas y películas que se transmiten por este medio tiene contenido referente al Halloween se entiende la preferencia hacia esta tradición.
En cambio, Antonio Balquier, promotor cultural, señaló que en México sólo se han producido dos largometrajes referentes al altar de muertos:
Calacan y la Leyenda de la Nahuala.
La primer película no tuvo una gran difusión, mientras que la segunda es sólo una producción en un mercado donde imperan miles sobre Halloween.
Hizo referencia a otras producciones, como “Día de Muertos”, donde se expone a la celebración del 2 de noviembre como una ocasión donde los mexicanos se embriagan de manera desmedida, “cosa contraria a lo que marca la tradición” dijo Balquier.
Pero cuando se juega con el tema de la muerte “es un mecanismo de defensa”, opinó Roberto López Franco y agregó que en Chihuahua por definir en el Día de Muertos, debido a la lucha que existe contra el Día de Brujas.
De acuerdo a los analistas, son cuestiones como los medios de comunicación los que generan la cultura de “la vida eterna”, así como las religiones y el sistema de salud en el país que no promueven la conciencia de la vida como un proceso que terminará.
Por otro lado están los festejos sobre el mismo día, pero que se realizan en el centro y sur de México, donde se realizan altares de muertos con un sentido ritual y en casos, artísticos.
Estos tiene componentes de una tradición cultural que asombra a los extranjeros y a los propios mexicanos.
Estos rituales en el centro de la República consideran las características más apegadas a las costumbres coloniales, cuando el ideal prehispánico de ver la muerte como un proceso, se tuvo que relacionar con la religión católica.
También son adornados con elementos que “les otorgan un sentido de identidad más rico y por eso es menos comercial que el Halloween”, aseveró López Franco.
La carga simbólica del altar de muertos se genera a través de la definición que tienen elementos como los escalones, el pan, las calaveritas de azúcar, el papel picado, el perro, la sal, entre otros.
Aunque la veneración a los difuntos es una tradición prehispánica que ha perdurado con modificaciones a través de siglos; fue hasta hace un par de décadas que la Secretaría de Educación Pública (SEP) instituyó esta actividad como parte de la cultura académica.
El promotor cultural y el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales coinciden en que la SEP promueve un modelo esquematizado de lo que “debe ser un altar de muertos.
Por ello se distribuyen documentos donde explican los elementos que debe traer el altar, y el orden donde deben ir, lo que podría minimizar la creatividad y después se podría perder el gusto por esta tradición.
Se limita Creatividad
envía cada año y a cada escuela un formato de las características que debe tener un altar de muertos, Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Chihuahua
hizo referencia a su experiencia en la ciudad de México y señaló que este ritual entre la gente “es cuestión de vivencia, el punto principal es a quién lo vas a dedicar”. Sobre el formato institucional que esta tradición tiene en el norte del país, López Franco dijo que la gente “un día pierde la espontaneidad”.
Para Patricia Hernández, directora del Instituto Municipal de Cultura de Gómez Palacio, la parte espontánea y la creatividad es muy importante. Recordó que la primera ocasión que armó un altar “era explotar las ideas y ver qué tantas cosas le colgabas, y literalmente hasta el molcajete”.
Sobre el orden de los elementos en el altar, que dispone la Secretaría de Educación, en contra de la necesidad creativa que exponen los que la realizan, Antonio Balquier señaló que es la espontaneidad lo que tiene sentido en la tradición, “porque al final no van a criticar que las flores estén en un lugar determinado”, sino que luzca armónico y atractivo. Patricia Hernández, hizo referencia a que en cada grupos indígenas prehispánicos se realizaba con características diferentes.
Posturas
“Halloween, con más difusión”
Roberto López Franco
director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UACH
práctica social en el norte de la República “lleva a tener una convivencia con las prácticas culturales de Estados Unidos, por lo que se hace natural y sucede sin mayores cuestionamientos,” dijo Roberto López Franco, director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila.
Pero también “convivimos con esta tradición del altar, con una gran expresión, con lo que no podemos pensar que es algo ajeno; y aunque no lo experimentemos como en el sur del país, mantiene un significado muy amplio y es de una gran visión de lo que fueron nuestros antepasados,” agregó.
Para López Franco, el Halloween tiene una práctica más amplia que el Día de Muertos con el altar.
En las universidades, donde se desempeña, advierte que se puede poner el altar de muertos más esplendido pero la práctica de la calabacita, el vampiro, el Halloween tiene una difusión más amplia.
“Las prácticas sociales son las que determinan la orientación y el fin que va a tener alguno de estos ritos.
Me parece que somos muy pocos los que tratamos de mantener este ritual”, sentenció.
La muerte, “como la vemos los mexicanos no es tan de risa, habría que ver la risa y su relación con el inconsciente”; agregó que el juego con este tema es por el temor que tiene a morir y a no purgar todos sus pecados.
Además, la muerte en la cultura mexicana tiene un sentido de ciclo, era una cuestión de ofrendar el mismo cuerpo para que el universo continuara con la generación de vida.
“Tienen el mismo objetivo”
Antonio Balquier
Promotor cultural.
Festejar Halloween en Estados Unidos, y que en el norte de México se pongan los altares de muerto, “tiene el mismo objetivo” señaló Antonio Balquier, promotor cultural.
“Creo que nosotros estamos en un punto neurálgico, donde somos bastante eclécticos en este sentido”, describió.
Es una celebración, que en el sur del país por tener la historia colonial está más arraigado; mientras que de la mitad de México hacia el norte están más orientados al resto del continente americano.
Las festividades en Estados Unidos, sobre todo en la parte más norte se hacen con muchos en espacios amplios y con caracterizaciones de monstruos; “pero en el norte de México pocheamos estas tradiciones”, explicó.
La tradición del día de muertos está arraigada a los mexicanos de mayor edad; mientras que en Estados Unidos, tanto los jóvenes como los adultos y de diversos estratos sociales se adhieren al Halloween ya sea en las fiestas o por distintivos en su ropa.
Aseguró que está preparado para la muerte, luego de que el año pasado estuvo hospitalizado, “estuve navegando prácticamente entre estas dos aguas, y cuando pasas por algo así toma otro sentido las cosas de la muerte”.
Aunque sólo tiene conocimiento de que se quedó dormido, dice que vio a su padre y al maestro Rogelio Luevano (ambos fallecidos), “y los dos me decían que aún no era tiempo”.
Luego despertó y se vio rodeado por su familia y personal del hospital. Considera que a partir de esto, hubo cambios y ahora busca tener una mejor calidad de vida.
“Diferenciar las tradiciones”
Patricia Hernández
Directora de Cultura de Gómez Palacio
Patricia Hernández, directora del Instituto Municipal de Cultura de Gómez Palacio, consideró que es necesario diferenciar las tradiciones, porque la mezcla que existe genera la pérdida del Día de muertos y el Halloween y que son actividades distintas.
“Crecieron paralelas y pueden mantenerse así sin ningún conflicto”, dijo y luego explicó que la festividad de Estados Unidos se empezó a reproducir a principio de la década de los 60 en el siglo XX.
También se debe reconocer que en Estados Unidos festejan el Halloween con tradiciones como el darle forma a las calabazas.
Reitera que no es sólo una fiesta sin motivo.
Sobre la posible estandarización como lo es el Día de Muertos, piensa que es un error debido a que “es un país tan diverso y tan rico que se tiene que explotar esto”.
La tradición de “burlarse de la muerte por un día”, tiene que ver con los pueblos indígenas que desde hace siglos ven a la muerte como un proceso de la vida, a diferencia de otras culturas.
Explicó que el Halloween proviene de las prácticas celtas, donde la gente se disfrazaba de monstruos para proteger sus cosechas porque la noche del 31 de octubre, considerado Año Nuevo, se hacían presentes los muertos y les estropeaban la labor hecha en el campo.
Esto era importante por que de perder la cosecha pasarían el invierno sin alimento.
Los ritos paganos fueron relacionados con las brujas y fueron satanizados por la Iglesia Católica, y aún se trata de exponer estas tradiciones como negativas.
“No se emplean estrategias”
Ana María Ávila
Gerente de Mercadotecnia de La Opinión Milenio
En cuestión de mercadotecnia, y en el norte del país, “la festividad de Halloween se lleva al día de muertos por completo” explicó Ana María Ávila, Gerente de Mercadotecnia de La Opinión Milenio.
Respecto al sur del país, señaló que el Día de muertos es muy importante pero no se emplea en estrategias de mercadeo.
Empresas que se dedican a la industria del pan no generan productos alusivos al Día de muertos, en cambio el Halloween sí es empleado para la venta de productos, sobre todo por la cultura capitalista de Estados Unidos.
“¿Cómo queremos que nuestros niños y gente siga una tradición que no conoce? Toda su vida ha tenido a la mano películas, productos y programas que les habla de Halloween”, dijo Ana María Ávila.
En su experiencia escolar realizó altares de muerto como parte de las obligaciones académicas, pero considera que la gente los hace “por cumplir, se van a lo fácil y no investigan, sólo se enfocan en lo que digan los medios y en lo que dice la gente”.
La tradición de Día de Brujas comenzó con los Celtas en Irlanda, luego se difundió en Estados Unidos.
Para esta comunidad europea el año nuevo ocurre entre el 31 de octubre y el día uno de noviembre; los muertos, “venían del mas allá y asustaban a los vivos y pedían cosas”.
Sobre la lucha entre el Día Brujas y el de Muertos dijo que la tradición de Estados Unidos lleva la delantera porque se ha promocionado desde 1970.
El Día de Muertos ya empieza a ser comercializado poco a poco con venta de café y pan de muerto.
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